Jair Bolsonaro lideró una nueva movilización en Brasil para meter presión al Congreso para que abra el debate de una amnistía para los condenados por el intento de golpe de estado contra Lula.
La jugada del ex presidente brasileño fue mostrar músculo político pero también adhesiones de figuras relevantes de otros partidos en favor de la amnistía. En esa línea logró el pronunciamiento de dos gobernadores que aspiran a una bendición del bolsonarismo para una eventual candidatura en caso que el líder de extrema derecha no logre revertir su inhabilitación.
Se trata del gobernador de San Pablo Tarcisio Gomes da Freitas y el de Minas Gerais, Romeu Zema, que integran dos partidos distintos, Republicanos y Novo. Sin embargo, el apoyo de estos dos liderazgos no repercute directamente en los bloques de estos partidos que responden a otros liderazgos y se mueven en otras dinámicas parlamentarias.
Bolsonaro lideró una movilización para presionar a la justicia y evitar una condena
De todas formas, la marcha fue una presión directa para Hugo Motta, presidente de la Cámara de Diputados, que ya dijo que la amnistía no es parte de la agenda legislativa.
Pero lo de Bolsonaro no es solo un gesto de solidaridad con los condenados sino un beneficio para sí mismo que le permita sortear la inhabilitación para competir en las elecciones del año que viene.
Pero el frente más complicado de Bolsonaro es juicio que se abre por el intento de golpe y asesinato contra Lula, Geraldo Alckmin y Alexander de Moraes luego de la aceptación de la Corte Suprema que podría tener una condena a fin de este año.

En el acto, Bolsonaro dijo que «me quieren cazar como cazaron a Marine Le Pen, como intentaron con Trump y como hicieron en Rumanía. No se preocupen por mí, aunque puede ocurrir alguna cobardía».
Más de la mitad de los brasileños está en contra de la amnistía a Bolsonaro
La estrategia de Bolsonaro es mantener las protestas en las calles y elevar el volumen político de su reclamos. Por eso, la importancia de los 7 gobernadores que participaron del evento.
El líder de extrema de derecha aparece mejor ubicado en las encuestas en medio de una crisis de imagen de Lula por el aumento de los precios en los alimentos. De todas formas, las consultoras dan cuenta que la mayoría de los brasileños no comparten la idea de una amnistía y Lula sigue competitivo, siendo la mejor carta del oficialismo para mantener el poder en 2026.
La última encuesta de Quaest afirma que el 56 por ciento creen que los condenados deben continuar en prisión contra un 18 que considera que no deberían haber sido detenidos.
A su vez, el 49 por ciento asegura que Bolsonaro participó del intento de golpe contra Lula contra un 35 que no lo cree. En relación al Supremo Tribunal Federales 52 por ciento afirma que la decisión de aceptar la denuncia es justa.

Fuente: lapoliticaonline.com