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Bailaque negó haber cometido delitos: «A mí no pueden ensuciarme con el mundo narco»

 «A mí no me pueden ensuciar con el mundo narco. No tengo nada que ver con el mundo narco. Jamás he pedido dinero ni directamente yo ni por otra persona. Nunca he extorsionado a nadie». Esas fueron las expresiones más firmes y sonoras del juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, un hombre usualmente flemático y de modales extremadamente sobrios. 

Esta vez en la sala de audiencias de los Tribunales de Rosario se lo escuchó levantar la voz. Los fiscales Matías Scilabra, Juan Argibay Molina y Federico Reynares Solari lo acusaron durante tres horas de diversos delitos. Uno de los cuales había sido dar protección a Esteban Alvarado, un actor central del mercado de drogas de Rosario.

El magistrado efectuó su descargo durante media hora. Tras un cuarto intermedio el juez a cargo de la audiencia, Eduardo Rodrigues da Cruz, le dictó la prisión preventiva, algo que no puede ejecutarse mientras el Consejo de la Magistratura no avance en el trámite que tiene sujeto al juez. También le impuso un embargo por 1500 millones de pesos y el bloqueo de sus cuentas.

Fue una jornada de emociones fuertes. Tres fiscales que todos los días le solicitan medidas en audiencias que lo tienen como juez de garantías, esta vez estuvieron para imputarlo al juez Bailaque. Quien replicó al cabo de la exposición de tres casos donde le atribuyen ilícitos pero sin aceptar responder ninguna pregunta. El primero es haber tenido como contador a Gabriel Mizzau, que es el mismo que hacía ese trabajo para empresas de Alvarado. Y haber rechazado entre 2013 y 2014 medidas como interceptaciones telefónicas contra personas del entorno de Alvarado.

Un agente de Bolsa afirmó que le pidieron 200 mil dólares de coima para el juez Bailaque 

«Niego totalmente que haya tenido alguna implicación de manera directa o indirecta con Alvarado o quien forma parte de su organización. Los secretarios (Mauricio) Donati y (Gustavo) Polanco estuvieron a cargo de ese expediente», dijo el magistrado imputado formalmente por primera vez. «Ellos podrán dar cuenta de que el caso se llevó con total normalidad. El expediente estaba delegado y yo actuaba como juez de garantías. En relación a los pedidos de intervención telefónica en su gran mayoría fueron aceptados. Tengo los motivos por los cuales fueron aceptados y cuales rechazados y por qué».

«Quiero significar que durante la etapa instructoria había un contacto fluido entre los instructores fiscales y los que estaban en contacto con el expediente. El trámite del expediente jamás tuvo ninguna interferencia de gente vinculada a Alvarado. Lo pueden dar cuenta los funcionarios y los empleados también». Este es el caso que motivó que fiscales provinciales, que impulsaron la primera condena a prisión perpetua a Alvarado en 2022, reclamaran que a Bailaque lo investigaran en el Consejo de la Magistratura por esas omisiones que impidieron que al narco, según esgrimían, se lo hubiera condenado antes.

«Sobre la situación de Mizzau fue compañero mío de colegio aunque en este momento estamos distanciados por un motivo que no es este y que también incumbe al grupo de la secundaria. Esto no implica que primero él me haya manifestado algo ni que yo haya seguido una línea de acuerdo espurio para que Esteban Alvarado no fuera investigado», amplió el juez. «No conocemos a los clientes que tienen nuestros contadores o amigos. Yo desconocía que Alvarado era su cliente», señaló.

También rechazó que la pesquisa contra Alvarado se hubiera frustrado por una inacción suya. «Yo dispuse el procesamiento de Alvarado el 11 de diciembre de 2019. Fue antes de que los fiscales provinciales hicieran la denuncia contra mí. Cuando tuve elementos para procesar a esta persona lo hice. El expediente luego fue confirmado por la Cámara. También pasó lo mismo con otro expediente por lavado de activos. Resolví dictar procesamiento con prisión preventiva de Esteban Alvarado y Rosa Capuano (su exesposa) por lavado de activos de origen delictivo. Esto fue en 2022».

Dijo Bailaque que el 10 de junio de 2024 dispuso un tercer procesamiento para Alvarado por lavado. «Lo que quiero dejar claro no tuve vinculación con Alvarado. No tuve ninguna interferencia del contador Mizzau que me insinuara algo espurio. Cuando yo tuve elementos resolví el procesamiento con prisión preventiva. A mi no me pueden ensuciar con el mundo narco. No tengo nada que ver con el mundo narco».

La extorsión

Enseguida el juez federal hizo un descargo sobre el caso en el que atribuye haber sido parte de una trama extorsiva contra los empresarios bursátiles Claudio Iglesias y Jorge Oneto, a los que armaron según la fiscalía una causa por lavado de dinero del narcotráfico a fin de pedirles un soborna a fin de paralizar el expediente. Allí está imputado junto al ex director regional de la AFIP Carlos Andrés Vaudagna y asoma complicado el financista rosarino Fernando Whpei. Vaudagna, que actúa desde marzo como imputado colaborador, sostuvo que esta extorsión se orquestó en el sum del edificio de Bailaque, en un asado donde había otras personas.

«Primero con Vaudagna he tenido una relación puramente funcional. U ocasional o de simple contacto. Rechazo toda la imputación que se me dirige en este caso. No hubo ningún contubernio ni ningún acto para hacer la maniobra que se concibe en la que yo intervine», dijo el juez. «Jamás intervine en la extorsión a persona alguna. No es cierto que en el quincho del edificio de mi casa, que tiene acceso público, yo haya tenido un arreglo de esas características».

«Reconozco que Vaudagna ha venido a comer a mi casa. Acá se dijo que había estado presente Fernando Whpei y (el periodista fallecido Mauricio) Maronna. Una de las cosas que compartíamos era la pasión por Newell’s Old Boys. No digo que Whpei no haya estado. Eran reuniones sociales, eran abiertas, a distintos sectores de la comunidad. Estuvo en mi casa Reynares Solari y no estoy seguro si Matías Scilabra por eso así lo dije. Hay un montón de ejemplos». También mencionó el juez, con razón, al cronista que firma esta nota. «He tenido reuniones con periodistas en el famoso quincho, estuvo el señor Germán de los Santos, el señor Hernán Lascano, compartimos una cena con Gustavo Polanco cuando tuvimos la causa de Los Monos».

Afirmó no tener ningún vínculo con las personas a las que se le adjudica haber presionado a cambio de 200 mil dólares. «No conozco al señor Iglesias. No conozco al señor Oneto. No he tenido ningún trato con ninguno de los dos. Jamás he pedido dinero ni directamente yo ni por otra persona. Este caso ha sido presentado recientemente, me reservo para decir que con esta gente no tuve nada que ver y que jamás, jamás, he extorsionado a nadie». Sostuvo que su forma abierta de tratar a terceros es reconocida. «Esto viene de mi modo de vida. Abogados van a dar fe que la tolerancia y el respeto es lo que prima en mis actitudes».

Por último también se refirió al tercer delito que le imputaron. Esto es haber direccionado en forma cuestionable unos mil millones de pesos de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de San Lorenzo, por entonces inmovilizada por una causa penal contra sus directivos, a una financiera que es propiedad de Fernando Whpei. Este está señalado por integrar el grupo extorsivo contra los empresarios bursátiles y Bailaque lo reconoció como su amigo. «Debo decir el que fue el interventor el que solicitó el desbloqueo de fondos. No fue una decisión mía oficiosa y no fue para que le dieran fondos a una mutual o financiera, para que le dieran fondos a Fernando Whpei. Este expediente tramitó al juzgado civil y si bien lo dijo el fiscal la intervención terminó. Fue aprobada y no hubo ningún faltante de dinero. Estamos hablando que era un expediente penal muy complejo que venía tramitando y en el cual me estaban acusando en una cuestión en que Fernando Whpei no era parte», sostuvo.

Fuente: lapoliticaonline.com