Desde su blog personal, Domingo Cavallo concidió con el análisis del ex ministro Nicolás Dujovne, que en una entrevista con LPO afirmó que el eventual salto cambiario que se produzca al salir salida del cepo no necesariamente empujará una espiralización de precios. «Salir del Cepo no tiene por qué ser inflacionario», títula el artículo publicado este lunes.
Por el contrario, Cavallo sostiene que continúar con el cepo cambiario pone en riesgo la desaceleración inflacionara. «El gobierno viene ganando la batalla contra la inflación. El desafío es ganar la guerra. El éxito del gobierno en materia de lucha contra la inflación tiene su origen fundamental en el ajuste fiscal y en la eliminación de la emisión monetaria que se debía al déficit fiscal, pero también jugó y seguirá jugando un rol fundamental el control del tipo de cambio y la reducción de la brecha», sostiene Cavallo.
El ex ministro de Economía interpreta las razones que le permiten al gobierno no estar apurado por levantar el cepo. «Quienes apuestan al éxito final de esta estrategia de estabilización y descartan un salto devaluatorio futuro confían en que en el mediano plazo el aumento de las exportaciones de hidrocarburos y de minería, así como los resultados productivos de las inversiones inducidas por el RIGI harán que el tipo de cambio al final del proceso de estabilización sea sostenible y no necesitará ajustes adicionales y que, como puente para llegar a esa situación, estarán los eventuales recursos que aporte el FMI en un futuro programa y el eventual acceso al mercado de capitales cuando la tasa de riesgo país perfore la barrera de los 400 puntos básicos», dice el ex ministro.
Y agrega: «El gobierno se muestra cauto frente a la posibilidad de eliminar el cepo justamente por temor a un salto cambiario y su impacto sobre la inflación».
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Cavallo sale al cruce de esa perspectiva: «En este post argumento que cuando se decida la eliminación completa del cepo, seguramente habrá un salto cambiario, pero ello no significa que se vaya a interrumpir el proceso de desinflación sino, por el contrario, podrá significar la consolidación de la estabilidad monetaria y cambiaria».
«Como contrapeso a un posible salto cambiario, la eliminación completa del cepo provocaría una mayor reducción del riesgo país, facilitando el acceso a financiamiento para afrontar los vencimientos de capital de la deuda en dólares. Al mismo tiempo ayudará a que haya saldos favorables en la balanza comercial para facilitar el acceso del Tesoro a la compra, con los pesos de su superávit fiscal primario, de los dólares que necesita para afrontar el pago de lo intereses de esa deuda», agrega.
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Y advierte: «El gobierno, en lugar de postergar la eliminación del cepo para después de las elecciones, en mi opinión debería considerar seriamente su eliminación en los primeros meses del año próximo, para llegar a la elección con la economía estabilizada y reactivada y en franco proceso de crecimiento por inversión y aumento de productividad».
Fuente: lapoliticaonline.com