El Gobierno anunció el regreso al mercado voluntario de deuda con un bono en dólares bajo ley local, a una tasa del 6,5% y vencimiento en 2029. Lo que no se informó es el monto. «Lo necesario para cubrir parte del vencimiento», se limitó a decir el ministro de Economía. Los vecimientos de enero son por USD 4.500 millones.
A primera vista, la tasa luce atractiva para el gobierno nacional: más baja que la que consiguió la Ciudad de Buenos Aires 7,8% y Santa Fe 8%, e incluso inferior al promedio que pagaron las empresas en sus obligaciones negociables, por encima del 8,5%.
Tras el anuncio, los bonos soberanos en dólares subieron cerca del 2% y el riesgo país cerró en 623 puntos, una baja de 11 unidades equivalente al 1,7%. El movimiento alivió tensiones, pero no borró la cautela.
El economista Christian Buteler aclaró un punto clave: «Que el bono tenga un cupón del 6,5% no implica que esa sea la tasa que pagará la Argentina. La tasa depende del precio al cual se coloque el bono; según ese precio, podrá ser mayor, igual o menor al 6,5%.» Es decir, la tasa real no está definida: el número difundido por el Gobierno es apenas una referencia optimista
Caputo anunció que Argentina vuelve a tomar deuda en el mercado con una tasa del 6,5%
Desde Adcap señalaron que «hay mucha especulación sobre el tamaño de la emisión. El Gobierno probablemente opte por un volumen considerable antes que una colocación ajustada en rendimiento, porque la alternativa del repo podría no resultar tan económica».
En el mercado se comenta que Caputo ya tiene la colocación acordada con jugadores locales. «Aprovecha el boom de ingresos de dólares por el impulso de ON y le pide a las empresas que hagan patria», explicó un operador a LPO.
Caputo vendió la operación como el «retorno al mercado de capitales», pero los operadores lo leen distinto. Para muchos, es una jugada para alimentar expectativas y abrir, en algún momento, la canilla del financiamiento externo. «A esta apuesta entran los jugadores locales; por eso se habla de un monto chico», agregó la fuente. Algunos estiman una emisión de apenas USD 1.000 millones.
El Gobierno vendió la épica del «regreso a los mercados internacionales», para que pareciera que Argentina volvía a jugar en la cancha grande. Hoy se cayó el decorado: no había mercado internacional, ni colocación global, ni bancos extranjeros. Afuera no prestan ni lo mínimo sin garantías pesadas. Piden colateral, más tasa y no aseguran el monto. ¿Qué hicieron entonces? Una nueva emisión de dólares adentro, como fueron los Bonte de mitad de año cuando consiguió USD 850 millones, donde los compradores son de la casa.
Sobre los compradores «de la casa», Hernán Letcher reveló otro mecanismo detrás del «éxito»: «De cara a la licitación del próximo miércoles se publicó una resolución que permite a las aseguradoras endeudarse en dólares a tasa baja (caución) para usar esos fondos en la licitación y mostrar una demanda inflada.» Una maniobra hecha a medida. Para las aseguradoras, un negocio redondo.
El analista Andy Spinelli completó el cuadro: «Para colmo, hay bonos como el AL29 que pagan renta en enero y cotizan al 11% de tasa nominal anual. ¿Tiene sentido colocar nuevos bonos bullet al 7/9% pudiendo comprar un AL29 con más rendimiento y pago semestral?» Todo encaja: la épica del retorno se sostiene sobre ingeniería interna, arbitrajes contables y el mismo circuito cerrado de financiamiento público.
Fuente: lapoliticaonline.com
