Santiago Caputo llevó al gobierno de Milei a un escandaloso fracaso en la que iba a ser la privatización más importante del mandato. La licitación de la Hidrovía, un negocio de 9.000 millones de dólares, terminó objetada por la justicia y con la mayoría de los oferentes retirándose para evitar problemas legales.
En una vuelta de tuerca insólita, la belga deme que venía denunciando que el asesor de Milei estaba direccionando el proceso hacia Jan de Nul, fue la única que presentó oferta.
La licitación terminó de explotar este martes cuando la Procuración de Investigaciones Administrativas, una fiscalía autónoma que depende del Ministerio Público, condeno el proceso licitatorio y advirtió que estaba diseñado de una manera que favorecía a uno de los oferentes.
Ese pronunciamiento habilitaba la presentación de denuncias en el fuero federal y es evidente que las empresas competidoras, incluída Jan de Nul, quisieron evitarse ese disgusto.
Santiago puso a su socio Rodrigo Lugones a cargo del proceso y militó activamente para sacarlo adelante, en medio de crecientes dsprolijidades, que llevaron este martes a su tío, el ministro Toto Caputo, a preguntarle directamente a Milei si quería seguir con la licitación luego del contundente fallo de la PIA.
Noticia en desarrollo
Fuente: lapoliticaonline.com