El atentado contra el Senador Miguel Uribe en Colombia trastocó por completo la dinámica política del país cafetero. El gobierno de Gustavo Petro convocó a una concertación de partidos y creó una comisión investigadora pero buena parte de la oposición rechazó el diálogo.
La posibilidad del recrudecimiento de una violencia similar a la azoto a Colombia en 1989 genera mucha preocupación y pone al gobierno en una situación de extrema debilidad. Fuentes cercanas a Petro reconocen que el escenario es complicado y lo comparan con la violencia que inició en Ecuador con el asesinato de Fernando Villavicencio en la campaña electoral de 2023.
El líder colombiano el atentado estaría vinculado con «una mafia con asiento internacional». En efecto, el presidente pidió proteger, «de manera inmediata», a cuatro líderes políticos: Álvaro Uribe, María Fernanda Cabal, Abelardo de la Espriella y Vicky Dávila.
«Hasta ahora, y solo como hipótesis, pero con indicios muy fuertes que han llegado a dirigentes muy altos de la oposición y a nosotros, es que el autor del atentado sería la mafia con asiento internacional. He ordenado, por este hecho, el incremento de seguridad a los dirigentes de la oposición, específicamente, y de manera inmediata», aseguró el jefe de Estado.
Máxima tensión en Colombia por el atentado contra un candidato a la presidencia
La violencia desatada luego del atentado deja expuesta la política de paz total de Petro que intentó poner en una mesa de negociación a las guerrillas y los carteles de droga que operan en el país.
En ese sentido, según publicó el periódico Semana publicó que Petro evalúa remover a Otty Patiño como alto comisionado para la paz. Patiño no logró acercarse nuevamente al ELN y tuvo problemas recientemente con los exjefes paramilitares.

El especialista colombiano Jorge Restrepo dijo a LPO que «lo que ocurrió fue un intento de asesinato que sin lugar a dudas es un magnicidio por tratarse de un senador de la República y líder de un partido minoritario de la oposición. De manera que eso genera terror e incertidumbre y detiene una campaña presidencial que ya había comenzado de manera temprana».
Restrepo plantea que «esto tendrá impactos tanto políticos como sobre la situación de seguridad. De hecho, el día de hoy hemos visto cómo hay una ola de atentados terroristas con explosivos en el sur de París, en Cali, la principal ciudad del sur de Colombia, y en varios municipios del departamento del Cauca cercano a Cali. Todos hechos contra la policía con el uso de explosivos que muestran que el terrorismo actúa de forma oportunista».
Para el especialista «también tendrá un impacto políticos a la hora de galvanizar y cohesionar la oposición y los partidos independientes en el Congreso que van a ser más críticos y esto reduce la posibilidad de que se aprueben las reformas en las que insiste el gobierno nacional».
«Eso a su vez conducirá a una mayor radicalización del gobierno en el sentido de que buscará tensionar a las instituciones, me refiero a las restricciones que tiene para implementar esas reformas e incluso podría llegar a expedir algunas por decreto en contravida de lo que establece la Constitución», agregó.
Finalmente, Carlos Restrepo asegura que «esto a su vez tendrá efectos en las próximas elecciones porque tanto la sensación de aumento de la inseguridad, de miedo, de zozobra, como la radicalización política tendrán consecuencias electorales, reduciendo la probabilidad de que los candidatos del gobierno a las elecciones de marzo al Congreso y de mayo a la presidencia tengan el favor de los ciudadanos en las urnas de votación».
Fuente: lapoliticaonline.com