El conflicto por la rambla de Mar del Plata entre Guillermo Montenegro y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, suma un nuevo episodio: el intendente de General Pueyrredón presentó una denuncia penal para lograr el desalojo de la feria ilegal que ocupa parte del histórico paseo de la playa Bristol.
La denuncia, que está en manos de los juzgados federales de «La Feliz», se enmarca dentro de la situación general de abandono que presenta el lugar, cuya responsabilidad corre por cuenta de la provincia de Buenos Aires.
El pedido de desalojo de la feria se basa en informes producidos por la Secretaría de Seguridad, Obras Sanitarias y la Subsecretaría de Inspección General de General Pueyrredón, que indica que su funcionamiento genera «un riesgo cierto y serio en la seguridad y salubridad públicas», y que en el lugar se producen «hechos tipificados penalmente».
En ese sentido, se señala que la feria viola la Ley de Marcas y Designaciones N° 22.362, al ser comercializados en el lugar productos textiles, de calzados y lentes «con marcas registradas que han sido falsificadas». Según consta en el documento, las actividades ilegales incluyen la producción y compra de los bienes hasta su comercialización.
Asimismo, la feria también violaría la Ley de Residuos Peligrosos N° 24.051 ya que, pese al deterioro generalizado del sector, las estructuras de madera requieren un mantenimiento mínimo para no quedar inutilizadas por las inclemencias climáticas, y la actividad ilegal que se desarrolla en el lugar no cuenta con la «disposición adecuada de los desechos del mantenimiento de estas estructuras», lo que constituye «un acto de contaminación punida por la ley».
Una pelea de larga data
A pesar de ser uno de los emblemas más importantes de Mar del Plata, la rambla se encuentra en un estado de abandono total porque el Gobierno provincial, responsable del mantenimiento del lugar, no realiza hace años las tareas necesarias para su conservación.
Desde la campaña electoral, Kicillof prometió en reiteradas oportunidades arreglarla, pero durante su gestión la Provincia no ha realizado obras ni trabajos de mantenimiento, por lo que se ha deteriorado notablemente.
Ante esta situación, en octubre pasado Montenegro ofreció formalmente que la rambla quede bajo control de la administración municipal con el objetivo de realizar las obras necesarias a través de la inversión privada, mediante el sistema de compensaciones. Para eso, necesitaba que la Provincia cediera el lugar al Municipio.
«No me interesa quién se saca la foto con la obra, dame a mí el control de la rambla y me hago cargo yo, y si no hacé las obras vos. Hay varias zonas de Mar del Plata en las que tiene jurisdicción la Provincia, como la rambla, el puerto y los balnearios de Punta Mogotes. Lo que reclamamos es que esos lugares estén en condiciones, y si la Provincia no se quiere hacer cargo, que se los pase al Municipio», expresó el intendente en aquella oportunidad.
Sin embargo, poco después del pedido de Montenegro, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, anunció que la Provincia no cederá la rambla y volvió a prometer obras de restauración y puesta de valor del lugar para después de la temporada de verano.
Lo que sucede con la rambla no es un caso aislado, sino que todos los lugares que se encuentran en Mar del Plata y son de la Provincia sufren un estado de deterioro igual o peor. Es el caso de Punta Mogotes, el Puerto, las rutas y los hospitales provinciales. La situación se repite incluso en calles internas de «La Feliz», como Jorge Newbery, donde se inauguró el nuevo Coto.
Por estos motivos, desde la administración municipal acusaron en diferentes oportunidades al gobernador de encabezar una política deliberada de «conurbanización» de Mar del Plata, que incluye no sólo fomentar el estado de abandono de los lugares más importantes de «La Feliz», sino también también facilitar el traslado de vecinos del Conurbano bonaerense para que se instalen en la ciudad, tomen terrenos y atenten contra su orden e identidad.
En los últimos meses, el intendente ha acusado en varias ocasiones al Gobierno bonaerense de realizar diferentes maniobras para desestabilizar el orden en Mar del Plata. Recientemente, publicó a través de su cuenta en la red social X las fotos de un operativo para abortar una ocupación de tierras. «A dos días de iniciar la privatización del Minella ya arrancaron los grupos inmobiliarios kirchneristas a tomar terrenos alrededor. Mismo modus operandi que la toma de las 140 hectáreas del Marquesado en la primera línea del mar», explicó Montenegro.
Con el objetivo de defender su plan de seguridad en la ciudad, el intendente también presenció una demostración práctica de usos de nuevas armas no letales que utiliza parte del personal de la Patrulla Municipal durante la actual temporada de verano. Se trata de 30 pistolas 9 milímetros y 15 rifles de asalto que demandaron una inversión aproximada de $50 millones.
«Voy a usar todas las herramientas que tenga a mi alcance para mantener el orden público. Adquirir este tipo de armas para combatir a los violentos es no quedarnos atrás del escritorio. Es una herramienta necesaria para combatir a los violentos en Mar del Plata. Hay normas, y esas normas hay que respetarlas, y el que no las respeta va a tener consecuencias», manifestó al respecto.
Fuente: lapoliticaonline.com