El bloque peronista en el Senado difundió este miércoles un acta para avisarle a Javier Milei que sus integrantes no apoyarán la designación de Ariel Lijo en la Corte Suprema si el Presidente apela a un decreto durante el receso parlamentario. La nota es una advertencia letal que cae cuando se agota el período de sesiones ordinarias, después del fracaso de José Mayans y legisladores aliados por encauzar la discusión y darle tratamiento a los pliegos durante las sesiones extraordinarias a las que el gobierno promete convocar.
El texto lleva la firma de casi todos los miembros de la bancada que lideran el formoseño y Juliana di Tullio, bajo el título «No hay juez de la Corte sin acuerdo del Senado». En uno de los despachos de ese interbloque dijeron a LPO que «los 33 se comprometieron a rechazar el pliego».
La misiva fue entregada por Mayans a Guillermo Francos, al final de su exposición en la sesión del informe del jefe de Gabinete en el Senado. «Que se sepa públicamente que nuestro bloque va a pedir sesión para votar la destitución» de cualquier persona que sea designada en la Corte por decreto.
Los senadores peronistas alegan que el artículo 99 de la Constitución, en su inciso 19, habilita al Presidente a «llenar las vacantes de los empleos que requieran acuerdo del Senado» pero se refiere a cargos del personal militar y diplomático. «Es por eso que la designación en comisión de un juez o jueza de nuestro Tribunal Supremo resulta manifiestamente inconstitucional», aseverarn.
Como informó LPO, Mayans intentó un scrum a última hora de este martes para arrimar posiciones, al visitarlo al salteño Juan Carlos Romero. La intención suya era encaminar la discusión para evitar que Milei extremara su posición pero fracasó.
Por lo demás, la firma que estampó Lucía Corpacci en el dictamen de Lijo desconcertó a propios y extraños. Lo que al principio se explicó como una acción habilitada e impulsada por Cristina Kirchner pasó a teñirse, con el correr de las horas, de explicaciones que reconocían el trabajo del propio magistrado en la búsqueda de avales para su postulación, lo mismo que la comprensión de Corpacci respecto de la situación de Raúl Jalil en Catamarca por haber ocupado el cargo de gobernadora.
El kirchnerismo pretende con esta maniobra forzar al gobierno a una negociación, algo que la Casa Rosada resistió hasta ahora bajo el apotegma «los dos o ninguno», en referencia a la postulación de Lijo y e Manuel García-Mansilla. El bloque peronista, tal como informó LPO, aspiraba a acompañar el nombramiento del juez federal a cambio de la inclusión de una mujer en la segunda vacante, para la cual se pensó en la candidatura de Marilín Sacnum o Graciana Peñafort.
Fuente: lapoliticaonline.com