El Tribunal de Ética de la UCR expulsó este jueves a los diputados radicales Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, al tiempo que apercibió a Pablo Cervi sin echarlo por haberse arrepentido, a raíz de su voto a favor del veto de Javier Milei al aumento jubilatorio. La definición partidaria movió el avispero en el bloque liderado por Rodrigo De Loredo pero, además, desató la furia de los sancionados.
Uno de ellos le dijo a LPO que los efectos prácticos de la definición son nulos. «Las afiliaciones de partidos son de distrito, no nacionales», argumentó, y desafió: «Van a tener que venir a sacarnos con un grupo de tareas».
Más allá de atrincherarse en sus territorios, fuentes del Congreso comentaron a LPO que los tres expulsados pusieron al mismo abogado. «El radicalismo porteño refuerza su acuerdo con el neokirchnerismo, el partido central pensando desde el Obelisco y no el radicalismo de la Argentina», se quejaron.
La bronca apunta directamente al senador Martín Lousteau, presidente de la UCR, y el diputado Facundo Manes, que formó una bancada nueva en la Cámara Baja, con Pablo Juliano como jefe de bloque y una decena de desencantados con la conducción de De Loredo y el fervor libertario de los radicales con peluca.
Desde la conducción partidaria, contestaron a la consulta de LPO alegando que los diputados que cambiaron su voto tras la foto con Javier Milei «no pueden representar al partido».
Los legisladores que optaron por el apoyo al gobierno en respaldo al veto fueron cinco pero uno de ellos era José Federico Tournier, un hombre de Gustavo Valdés que no pertenece a la UCR sino a un partido de la provincia de Corrientes. Por eso, las sanciones recayeron solo sobre Campero, Picat y Arjol, mientras que el partido fue indulgente con Cervi porque pidió disculpas cuando se lo suspendió.
Uno de los tres expulsados le dijo de forma tajante a LPO: «No nos movemos un pelo de la pelea del partido y del rumbo del cambio de la Argentina».
Fuente: lapoliticaonline.com